Esta diminuta casa en Hunter Valley, en Nueva Gales del Sur, a pesar de su tamaño está llena de vida y decoración.
Propiedad de unos anticuarios, este espacio, formado por un pequeño estar y un dormitorio en el primer piso, tiene un alma rica. Rica en vivencias y recuerdos. Rica en antiguedades, en carácter y buen gusto. Un alma rústica y suave, nada minimalista pero cálida y cercana.
Via Homelife.
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