Esta heladería, con aire claramente brutalista, con ese hormigón visto, paredes decadentes vistas y pintura desconchada, me encanta. Me encanta porque apuestan únicamente por un embaldosado sobre ese lienzo sin reformar. Una baldosa verde que viste perfectamente el conjunto, y aparece como protagonista.
Un ejemplo claro que un único material bien elegido puede ser el mayor acierto.
Vía We Heart.
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