Este restaurante diseñado por Grzywinsky+Pons, tiene una mezcla de colores perfecta. Los ocres ganan el poder con paredes llenas de vida, y lo acompañan toques de grises y muchas plantas. La barra con baldosas tipo metro en gris y rejuntado en rosa acaban creando un conjunto de lo más armonioso y alegre. Sin duda, la elección del colorido es el punto clave de este proyecto.
Vía Dezeen.
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